
Arranca un nuevo trimestre escolar en Uganda y como venimos haciendo los últimos años, compramos material escolar para los niños de Solomon, y pagamos a una profesora para que venga a dar clase en la casita de madera que tenemos en el terreno.
No solo los niños de Solomon asisten a las clases, sino que otros niños pobres de la comunidad también se suman.
Gracias a vuestra ayuda, nuestro proyecto educativo se mantiene y todos estos niños, aunque no vayan a la escuela, pueden tener una educación y posibilidades de futuro.