Escuelas públicas y privadas en África
En algunos de nuestros proyectos de ayuda, hablamos de pagar la escolarización de algunos niños, para garantizarles un futuro digno, una alimentación, etc..
Fruto de ello, algunos de vosotros me habéis preguntado ¿Hace falta pagar en estos países para ir a la escuela? ¿No hay escuelas públicas?
Pues bien, la respuesta es que sí hay escuelas públicas pero no siempre es la mejor opción, o incluso a veces, es una opción NO POSIBLE para algunos niños sin ningún tipo de recurso
Hemos preguntado a nuestros contactos de Malawi, Uganda y Kenia y todos ellos coinciden en indicar que asistir a una escuela pública no es garantía de educación para los niños.
Condiciones de escuelas públicas
En muchas ocasiones, las condiciones de las escuelas son pésimas, los baños de las escuelas, mejor ni os lo cuento, y lo peor de todo, muchos niños no pueden seguir las clases por falta de material, y los profesores faltan constantemente debido a sus bajos sueldos y huelgas por lo que no hay ni clases.
Al mismo tiempo, los niños siempre pasan de curso, se presenten o no, y muchos también faltan a la escuela por no tener material, o simplemente por no tener alimentos, y sin comer, no pueden ir a la escuela (este es el caso que os comentamos en el proyecto de ayuda con sacos de maíz a la comunidad de Mzimba, Malawi, cuando os decíamos que con este alimento, no tan sólo podemos dar de comer a los niños, sino que estos gracias a poder comer, también pueden ir a la escuela).
Ventajas de la escuela privada
Así pues, cuando hablamos de pagar para escolarizar a niños, estamos hablando de un concepto distinto al que entendemos por escuela privada de aquí. Vaya, que estamos abarcando mucho más. Estamos hablando que garantizamos a los niños una buena educación y no solo eso, sinó también un mínimo de un plato de comida al día para los que asisten solo durante el día, e incluso comida, cena, desayuno y alojamiento para aquellos más pequeños, huérfanos, sin recursos, que de otra forma no tendrían absolutamente nada. Y este es el caso de los niños que ayudamos en el proyecto de Capchorwa en Uganda, por ejemplo. No podrían ir a una escuela pública por no tener ni alimentos, ni la posibilidad de andar tantos kilómetros cada día con el estómago vacío. Su única opción es ingresar a una de estas escuelas que les cubren educación y alimentación.